Santiago Bacci, médico internista e infectólogo, aseguró que la futura vacuna para la COVID-19 “viene cargada de esperanza”.
Hay un optimismo cauteloso sobre esta vacuna, porque nunca antes tantas vidas y economías habían dependido del ejercicio global para conseguirla, esta es una carrera de varios países que tratan de desarrollar una vacuna en tiempo récord, señaló.
Sobre la vacuna mencionó que es necesario que se produzcan las dosis de manera accesible, en especial para los países de bajo ingreso. Este es un desafío y oportunidad para reafirmar el orden mundial.
Puntualizó que hay cerca de 200 proyectos de vacunas en distintos estados de desarrollo. El ensayo comprende varias fases; en la primera se prueba la seguridad, se determinan las dosis y se identifican efectos secundarios en un reducido grupo de personas. En la segunda, se mide la eficacia para grupos más grandes y en el último escalón al que 1 de cada 10 vacunas llegan, se involucran miles de personas para probar la efectividad de la vacuna.
Nunca el mundo había necesitado una vacuna tan segura. Manifestó que en la fase más avanzada se encuentra la vacuna de la Universidad de Oxford, la iniciativa americana de Moderna, Pfizer y otras tres propuestas de China.
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