
En marzo del 2021 el presidente Nicolás Maduro anunció que su gobierno iniciaría un plan para reactivar los trasplantes en Venezuela, paralizado desde 2017. Cinco años después y, con una cifra de muertes difícil de calcular a falta de números oficiales, los pacientes renales siguen a la espera de una promesa que no se ha cumplido.
Reymer Villamizar, director y fundador de Amigos Trasplantados, explicó en el programa En Este País, de la Red Nacional de Radio Fe y Alegría, que pese a ese anuncio por parte del presidente Maduro el programa no arranca. El grueso de los pacientes cumple una carrera contra el tiempo en el que está en juego su vida.
“El presidente hizo aquel ofrecimiento motivado a las presiones para reactivar los trasplantes y no fue sino hasta la reunión en México y poco antes de las elecciones que Maduro dijo que se restablecerían en el Hospital Militar, pero nos quedamos a la espera. Este ofrecimiento electorero y ligero no arrancó”.
Villamizar acotó que se hicieron uno que otro trasplante en el centro de salud militar, pero las personas convocadas debían llevar todos los insumos. “Tenemos información que les pedían llevar entre 12 y 20 ampollas de timoglobulina, cada una debe tener un costo de entre 300 y 350 dólares”.
En el año 2017 se suspendió el llamado Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT), causando que muchos pacientes murieran a la espera de un trasplante. Los que dependen de la diálisis viven un calvario constante por las fallas y la poca cantidad de unidades disponibles.
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