
La reciente muerte de dos adultos mayores con señales de inanición en Caracas visibilizó aún más el debate de la situación de los adultos mayores en Venezuela. Luis Francisco Cabezas, politólogo y director de Convite AC, explicó que antes de la pandemia, la realidad de los derechos humanos de ese grupo de la población ya era crítica.
“Previo al covid-19 ya la situación de los adultos mayores en Venezuela era frágil. Desde el 2019 Venezuela entró en el marco de las emergencias humanitarias del mundo; es decir, ya existía una emergencia antes de la pandemia. La llegada del coronavirus lo que hizo fue agravarla”.
Convite AC realizó el año pasado un trabajo de campo entre adultos mayores de 11 ciudades de Venezuela, arrojando que tres de cada cinco de los encuestados se ha acostado con hambre, uno de cada diez se ha acostado todas las noches con hambre y, aproximadamente, el 23% vivía solo.
“Hicimos otro estudio hace un mes con 603 adultos mayores de Lara, Monagas y Miranda. La mitad de ellos están haciendo dos comidas y el 60% asegura haber reducido sus porciones. Es decir, no solo están comiendo menos veces sino en menor cantidad. Les preguntamos qué extrañan comer y la mayoría de las respuestas fueron pollo, pescado y carne”.
Según Cabezas, la proteína salió el menú de los adultos mayores venezolanos. “Incluso el huevo, que era lo que tenían acceso, ya no lo pueden comer. Las personas se han convertido en rehenes de la caja Clap, eso es puro carbohidrato, ya es casi que arroz y pasta. Además de eso no pueden comprar otra cosa con una pensión que equivale a 0.88 dólares mensuales”.
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