
El lunes 30 de agosto la niña Wilmary Hernández de 7 años murió en la sala de hospitalización del Servicio de Hematología del hospital J.M de los Ríos. Con ella, ya son 13 los que han fallecido en el centro hospitalario en 2021 requiriendo un trasplante, aunque el programa está suspendido en el país desde hace 4 años.
El primero de junio de 2017, Fundavene envió una carta especificando que no podía garantizar la existencia de inmunosupresores. La medida inmediata fue suspender la realización de trasplantes y lo que parecía ser algo de meses se convirtió en años.
Una recopilación de Radio Fe y Alegría Noticias le puso nombre a la trágica lista de niños fallecidos. Daniel León, de 13 años de edad; Jeandel Silva, de 14 años; Eugenia García, de 12 años; Niurka Camacho, de 15 años; Elián Graterol, de 2 años, Jhonjanyerlis Camejo, de 8 años; Elio Bravo, de 16 años, Anastasia Delgado, de 8 años; Samira Oyer, de 5 meses de edad; Elvis Hernández, de 10 años; Winder Rangel, de 11 años, Jeannys Herrera, de 9 años y Wilmary Hernández, de 7 años.
Katherine Martínez, abogada y directora de la ONG Prepara Familia, explicó que estos niños contaban con medidas cautelares de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Estaban amparados por varias medidas. Las primeras del 1 de febrero del 2018 y luego las ampliaron a 13 servicios más en el hospital. También estaban amparados por la misma constitución y la Lopna”.
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